Visita al Rancho Arias y Casa Caracol (Diario 24/10/23)
30km al noreste de Saltillo, Coah., México
Equipo:
Arq. Sergio Romero de los Rïos
Lic. Génesis Benavides
​​​​​​​

Casa Caracol en construcción.

--- 24 de octubre ---
4pm.- Salimos de Monterrey no sin antes pasar por rollos para la expedición, un Ilford HP5+ y un Kodak Ultramax fueron los elegidos
.
6pm.- Llegamos al Rancho y Diego nos recibió en las puertas para llevarnos a su casa, donde nos quedaríamos estos días. 
Mientras descargábamos nuestro equipaje conocí a Alejo, arquitecto y hermano de Diego. Ambos llevan meses viviendo aquí, llevando personalmente la obra de la Casa Caracol desde su oficina satélite en el comedor de la casa donde nos quedaríamos.
Llegando la noche nos juntamos un buen rato a platicar con cerveza en mano.

Lic. Génesis Benavides preparando café en la casa Arias.

Esta casa fue construida por el papá de Diego y Alejo alrededor del 2014.
Encuentro la esencia del señor que no conocí en ambos arquitectos que me recibieron aquí, en la distribución de espacios, estructura, elección de materiales, decoración, texturas, arte, y todas las decisiones que muestran la manera en que alguien ve el mundo. El motivo vegetal pintado a mano sobre el backsplash de la cocina me parece uno de los detalles más especiales de la casa, parece un pigmento local.
La casa se posa sobre el punto más alto de una colina que se puede ver desde aprox. 2km al surponiente, poco después de la primera puerta que encontramos. En el vasto desierto que la rodea prevalece la Palma Yuca, Albarda (o como nosotros le decimos "dedos de ensalada"), Biznagas, Lechuguilla, Peyote, etc. En el porche hay un par de encinos rojos.
El techo es entablerado, columnas de piedra local y concreto sostienen vigas sándwich de aprox. 20x5cm que a su vez sostienen vigas secundarias de las mismas dimensiones que la unidad de sandwich (20x2.5cm). Encima, una superficie de tablones, una capa plástica, tierra, e impermeabilizante.

Arq. Diego Arias Zorrilla en un tour por la Casa Caracol

--- 26 de octubre ---
8 am.- Soñé tiempos apocalípticos, una montala explotaba detrás mío con su única advertencia en forma de cientos de aves volando, escapando.
1 pm.- La Casa Caracol es un lugar hermoso y tranquilo. Lo distingue toda la vida que lo rodea, incluso estando en el desierto. Hubo un tiempo cuando los huertos e invernaderos crecían frutos riquísimos, cuando aquí era un oasis. Eso volverá aún más fuerte con los esfuerzos de mis amigos. Me pregunto si algún día quisieran terminar el campo de minigolf que el Sr. Arias comenzó, o si lo mantendrán en su estado actual, como un indicio de las vueltas inesperadas de la vida o una huella del trabajo manual que necesita construir una obra monumental aquí, de la artesanía de este lugar.
3 pm.- Caminata por la montaña.
Encontré cuarzos lindos que no pasan de los 4cm de diámetro, piedra rojiza (alta en hierro) también, usé un palo de lechuguilla como bastón después de pulirlo con una piedra.
Había un peyote hermoso enmedio del camino que vi por suerte, son buenos para esconderse. Consideré pedirle permiso a la tierra y tomarlo, pero no era mi tiempo ni el suyo. Lo dejé a seguir su vida ahí, en su casa.
Terminé el HP5 con fotos de las plantas que encontraba mientras caminaba y de algunos insectos posados en bellas flores, disfrutando el precioso néctar. En mi última foto creo haber captado un correcaminos, pero incluso sin ver a través de la cámara era difícil identificarlo.
Ahora, una leyenda...
Eran los 2010s, la casa del rancho estaba aún en construcción y no había electricidad.
Una noche osbervaron el resplandor de una llamarada sobre la pared de la recámara. Sorprendidos, salieron a investigar.
En un pozo de escombro para la obra encontraron un adorno en forma de una fuerte llamarada. El fuego era grande y agresivo, parecía ser una puerta al infierno o la aparición del espíritu santo; no había otra opción.
Al ver desprendida esa gran llama, entraron a la casa en búsqueda de un medio para extinguirla... al regresar, la vieron habiendo cambiado.
Como nacido del fuego, salido del inframundo o manifestado por una fuerza divina, era un perro. Negro como la noche, hambriento, sediento. 
Back to Top